«SIN PRISA»

Cierto es lo que se viene diciendo:

– «Trabaja sin prisa pero sin pausa»,

en cualquier lugar, en cualquier dirección,

¡No importa cuál!

¿A modo de máquina?, me pregunto constantemente.

Es lo que a muchos les convendría tener en cuenta

y practicar si quisiesen conseguir algo provechoso.

A menudo hay personas que olvidan que en esta vida

lo más importante son las personas y el ¡ALGO MÁS!

KAYAKS

Para hacer estos dibujos hemos utilizado:

  • Papel
  • Lápices de colores
  • Rotuladores
  • Tijeras
  • Pegamento

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En un papel un Kayak dibujé y con mucho cuidado el él me subí.

Después cogí el remo y con movimientos firmes y suaves me deslicé sobre el agua del río.

El aire acariciaba mi cuerpo transmitiéndome una agradable sensación.

No sé cuánto tiempo estuve disfrutando de aquella fantástica experiencia.

Con el lápiz en la mano sorpredido que quedé.

¡Me había quedado dormido sobre la mesa, sobre el papel!

LA CASTAÑERA

Un día otoñal, llegó a la ciudad una alegre castañera muy particular.

Con su cesta repleta de castañas en la plaza buscó un lugar

y allí solitaria empezó sus castañas a asar.

Un olorcillo sublime pululaba en el ambiente.

y, atraída por él, pronto acudió la gente.

¡Era genial!

Dicharachera castañera que con su arte a todos anonadaba.

Lanzaba las castañas al aire, las recogía sin mirar

al mismo tiempo que, a modo de trovador, recitaba:

«Recogí castañas en el castañar

y aquí estoy asándolas para dáoslas a probar.

¡Vendo castañas, castañas asadas

para hoy, para mañana y para toda la semana!

¡Compradme cucuruchos de castañas

y vuestra vida será más sana!»

«FIESTAS»

Hay fiestas entrañables, hay fiestas deseables pero: ¿Realmente son lo que se espera?

A veces sí, a veces no, depende de los individuos que en ellas presentes estén.

Por ejemplo, para las hormigas podrían ser magníficas oportunidades para llenar sus hogares con abundantes y variados manjares; para los gatos contrastes e intranquilidad; para los perros serían motivo de afonía con tanto ladrido al enfrentarse a los desconocidos.

Quizás el pájaro enjaulado alzaría su voz más alto por si alguien, sensible a su encierro con gran determinacióny sonriente, furtivamente le liberase.

Y que decir de los humanos, aquellos a los que están obligados a disfrutar para no sentirse rechazados por otros que se creen mejores sin serlo…

   

     

 

«SIN OJOS, SIN LUZ»

Tengo los ojos cerrados. Nunca los pude ni los podré abrir.

Eso es lo que me dijeron cuando moldearon mi cerebro, hace ya varios lustros.

No sé dónde me plantaron, ni tampoco me importa.

Solo pienso en poder cambiar de vida, escapar a otros lugares.

Vivo con la esperanza de salir rodando con ayuda de algún terremoto o quizás de un huracanado viento para conseguir mi propósito: Irme lejos, lejos, muy lejos.

¡Quiero sentirlo todo y que todos al verme puedan también sentir!

 

MINIRRELATO: «¡CHILLIDO!»

La calle sale al encuentro de quien por ella quiera pasar.

De pronto, alguien de mandíbula desencajada y bailongos dientes altera la existente quietud.

¡CHILLIDO CHILLID, CHILLI, CHILL, CHI…!

El estridente ruido todo lo empapa, a modo de tinta derramada.

Pasa un rato.

Poco a poco se va alejando, más y más. Cae al suelo sin poderlo remediar.

Apenas imperceptible ya, una silueta descubre al auténtico protagonista: ¡TÚ!

MINIRRELATO: «MI JUGUETE»

Abandonado  sobre un tejado, ¿quién lo habría dejado allí?

Puede que las ráfagas de viento, puede que algún animalito, puede que cayera del cielo sin poderlo remediar.

Despacio y con gran destreza trepé y trepé hasta ponerme a su lado. Le observé durante un buen rato sin darme cuenta de que el tiempo iba pasando. No me atrevía a tocarlo.

De repente todo quedó en silencio y el juguete me sorprendió:

– ¡Soy para ti! 

Entonces me decidí, cerré los ojos y cuidadosamente lo cogí. La maravillosa sensación que experimenté me llevó a pensar que había encontrado algo mágico y singular.

– ¡Eres para mí!

Erguí mi cuerpo y de un gran salto caí al suelo.

Pasamos muchos años de alegrías, años de juegos compartidos…

Años que nunca más volverán porque un fatídico día mi juguete desapareció y con él no pude irme yo.