El geranio que me regaló Genaro
por fin ha florecido.
El ambiente ha engalanado
con su magnífio colorido.
Al mismo tiempo su fragancia
aromatiza el aire que respiro,
embelesando a los insectos
que acuden raudos hacia su destino.
Alegre, espectante,
con muy buen talante.
¡Este es mi gerenio favorito,
siempre estará conmigo!