Para hacer este gran mural utilizamos:
- Cartón para la base
- Lápices, ceras y rotuladores de colores
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Un azulado cielo lo iluminaba todo.
Águeda pensó:
-¡Magnífico día para pasear!
Decidida, salió de su casa y al cerrar la puerta apareció una enorme moto.
Estaba pletórica, no podía creer lo que veían sus ojos.
Rápidamente se subió a ella y no paró de dar vueltas hasta que anocheció.
Al día siguiente la moto había desaparecido.
Miró hacia arriba y sorprendida vio un colorido avión. Dio un gran salto y en su interior se metió.
Viajó por el mundo admirando montañas, valles, ríos y mares, también pequeñas aldeas, pueblos y ciudades,…
Fue un viaje maravilloso que terminó cuando la noche llegó.
Con el nuevo día, de su casa ilusionada salió y un cohete en el cielo descubrió.
– ¡Baja por favor!
Rápidamente descendió y Águeda feliz en él montó.
Maravillada vio lo que el espacio guardaba: estrellas, satélites, planetas,…
Cuando todo acabó un gran cuadro pintó para que pudiéramos ver lo que soñó.