Una niña decidida, inquieta, con gran curiosidad innata.
Azalea la llamaron por ser la flor favorita de su madre.
Un día fabricó una cometa junto a su amiguito Tuli.
Después se subieron a ella y rápidamente el viento la fue elevando hasta el cielo.
– Tuli, ¡agárrate fuerte, no te vayas a caer!, exclamó.
¿Adónde irán?
¿Qué experiencias vivirán?
¿Regresarán alguna vez?