Una vez Cristina, Marquitos y Fermín fueron de excursión a un pueblo extremeño que se llama Bonal de Ibor.
Cuando llegaron, vieron un campo con un estanque lleno de patos.
De pronto el agua empezó a moverse muy deprisa con el aire y los patos se hundieron.
Los tres amiguitos cogieron unas ramas para salvarlos.
Cuando consiguieron sacarlos a todos del agua era de noche.
Entonces los amiguitos se despidiron de los patos y se fueron a sus casas.