En un bosquecillo se encuentra la casita de mi tío.

Busco a mi mamá, ¿tú sabes dónde está?

Somos tres, bailamos sin mover los pies.

Soy serpiente silenciosa, me arrastro y me arrastro buscando ricos bocados.

¿Dónde irá el velero un día tan soleado?

¡Ya está la mesa lista para comer!

¡Sol me llaman! No me mires pues te quedarás cegato de inmediato.

Conduciré mi cochecito hasta llegar a mi destino.

En esta pradera podrás descubrir olores y colores que te harán sonreír.

Me voy a mi casa. Allí desconecto del mundo y encuentro paz en cada minuto.